Enroparteka S.A.

Soy trabajador en una fábrica. La fábrica de los sueños. Sí, suena algo raro pero es tal cual. Os voy a explicar en qué consiste mi trabajo aunque evadiendo lo más evidente, así que mejor os pongo unos ejemplos.
El mes pasado una chica me hizo un pedido online. Sí, tenemos página web. Quería ver el mar. Vivía en un pueblo de montaña en el interior de España y no había recorrido más de 100 km a la redonda en toda su vida. Con el horario de trabajo que tenía, le era imposible tomarse unas vacaciones. Es un negocio familiar de restauración. Así que tenía que ser una visita rápida. Somos una gran empresa que no repara en gastos. Cobramos a todos por igual. Nuestra fama es la de cumplir sueños. No importa si se trata de inflar un globo o viajar al polo norte. A veces el problema de la gente no es el dinero sino resolver las dificultades. Les faltan ideas, ingenio. Ya se dice que contra más afectado estás por una situación, menos eres capaz de resolverla. Cuando logras alejarte un poco del problema es cuando eres capaz de ver las salidas y en eso, nosotros somos unos expertos.
Contraté un helicóptero que aterrizó en la plaza del pueblo y la llevó hasta la costa brava en su rato de descanso. Pudo bañarse en una cala de ésas a las que es difícil llegar por su situación y volver a media tarde para preparar la cena.
En otra ocasión, me contactó un millonario que sólo quería volver a probar las galletas de su abuela. Algo imposible porque su abuela había fallecido hacía ya 40 años. Así que después de informarme de qué región era su abuela, contacté con una abuela de ese mismo lugar para que le hiciera unas galletas tradicionales. No nos costó más de 5 euros pero cumplimos su sueño y él estaba de los más alucinado y agradecido.
En cambio, con mi último trabajo tengo un gran problema. Una mujer poco agraciada físicamente quería que un hombre se enamorara de ella. He estado una semana buscando a hombres con ganas de tener pareja. No es que no los hubiera necesitados de un poco de amor, es que cuando veían su fotografía, no les despertaba ningún tipo de enamoramiento. Y en eso, ella había sido muy concreta, quería un enamoramiento real.
No sé por dónde tirar, ya no me quedan aspirantes. He pensado que quizás si tiene alguna afición, es posible que alguien pueda sentir un poco de admiración, ¡si es que es buena en algo!
-¿Tienes alguna afición en la que destaques?
-En la que destaque, no. Me gustan las cosas sencillas como pasear, dibujar, escuchar música. Lo típico que le puede gustar a cualquiera.
Pues no me está dando muchas pistas de las que partir -Pienso para mí.
-Ya sé lo que debes pensar…
-¿Qué crees que pienso? –Pregunto sorprendido.
-Que soy una mujer aburrida y mediocre. Por eso no encuentro pareja.
-¡Hombre! Tampoco seas tan negativa contigo misma. No creo que seas aburrida, más bien pienso que no hemos logrado indagar lo suficiente en tu personalidad. Es posible que ni tú misma te conozcas realmente. Si conseguimos ampliar tus actividades, tendrás más posibilidades de conocer más gente.
-Tú eres el profesional. Yo he decidido dejarme llevar antes de tirar la toalla definitivamente.
-Podrías apuntarte a clases de fotografía. Sé que es lo típico pero hoy creo haber agotado mis ideas ingeniosas.
-No me gusta la fotografía.
-Pues si a ti no te gusta la fotografía, a mí no me gustará verme en la cola del paro. Como no resuelva tu caso, me veo en la calle. Aquí no son muy empáticos con los que fallan.
-¡Hombre! Si es por eso, ya me apuntaré a algún curso. Tampoco quiero que te echen por mi culpa.
-Es que si no pones de tu parte, no lograremos tu objetivo de encontrar pareja, ni el mío de permanecer en mi puesto por tiempo indefinido.
-¿Cuánto llevas en la empresa?
-Casi un año y no me han hecho fijo. A veces, siento como si mi encargado me espiara para pillarme con algún fallo.
-Eso es muy de paranoico, ¿no?
-¡Oye! ¿Aquí quién analiza a quién? –digo rebotado-. Cuéntame a ver si saco algo más en claro…, ¿has tenido antes alguna relación?
-Sí, pero acabó hace ya más de cuatro años. Me dejó por mi mejor amiga, típico también.
-Estoy empezando a pensar que no es que tú seas aburrida, es que quienes te rodean son muy poco originales.
-Siempre me he sentido la rara de mi familia. Mi hermana es compositora y hace conciertos por todo el mundo. Mi hermano es un abogado muy reconocido. Mi madre profesora, mi padre notario y yo…
-¿Tú qué eres? ¿A qué te dedicas?
-Yo vendo flores.
-¡Ah! ¿Eres florista?
-No, no soy florista. ¿No has escuchado la típica frase: ”No me tires flores”?, pues yo vendo flores, piropos, poemas, para que los hombres enamoren a sus parejas.
-Ahora sí que me ha dejado alucinado. ¿Vendes oportunidades para que la gente se enamore y nadie se enamora de ti?
-¡Exacto!
-¿Pero tú te has enamorado alguna vez de alguien?
-He sentido cariño, pero siempre he tenido ganas de que me conquistaran igual que lo hago yo en mi trabajo.
-Es que quizás eres demasiado buena en eso y nadie puede superarte.
-Puede que sea eso o que nadie ha tenido el suficiente interés en mí, como para esforzarse en hacerme feliz.
-¿Y podrías ponerme un ejemplo? ¿Si alguien fuera a comprarte flores para mí, qué le venderías? -curioseo, aunque no debería traspasar los límites profesionales.
-Escribiría una carta diciéndote que me gusta tu trabajo, la forma que tienes de hacer feliz a la gente. Estás fabricando un mundo más bonito y feliz. Sólo por eso debes ser una gran persona. Tiene que ser maravilloso compartir la vida con alguien que cumple sueños todos los días.
-Pero el tuyo no lo he cumplido.
-Es verdad, pero aun así, valoro que hayas cumplido el de tantos otros.
-Creo que los dos somos muy parecidos. Los dos cumplimos sueños -concluyo.
Nos quedamos en silencio un momento hasta que al fin me decido..
-Te invito a un café. ¿Te apetece?
-¡Claro que sí!
No van a poder echarme por no cumplir este último trabajo, pero quizás me echen por traspasar el límite profesional con una clienta. Lo más importante para mí, es haber cumplido un sueño más, en el que yo también participo.

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