Episodio 4 «Un hogar con vistas»

(¡Bye bye!)

Son las seis de la mañana cuando me suena el despertador. Es uno de esos días de verano que el sol te da en la cara y eres incapaz de volverte a dormir. Estoy muy nerviosa porque cuando cierre la puerta de mi apartamento, no volveré a abrirla en mucho tiempo o eso es lo que espero. Me he comprado varias cosas por Amazon durante el transcurso de esta semana, que han ido llegando a cuenta gotas y que ni siquiera, he sacado de sus paquetes. Son cosas que intuyo que voy a necesitar durante esta gran aventura. Mi cumpleaños es la semana que viene y he decidido que ya que voy a celebrarlo sola, me voy a regalar todo lo que he comprado. Sé que hay cosas de utilidad, de ocio y alguna golosina. Lo he elegido yo, es evidente que sé lo que contienen, pero he estado tan atareada con el arreglo de la caravana que a no ser que me proponga hacer memoria, ni siquiera lo recuerdo. De algún modo, me gustaría que fuera como una sorpresa, así que prefiero poder decir con fascinación: “¡Ah, sí!”, cuando vaya abriendo paquetes.

Cojo mi coche y antes de ir al parquin a recoger la caravana me paso por un supermercado a comprar algunos víveres para todo el fin de semana. No voy a comprar mucho porque tengo una nevera pequeña y prefiero comprar al día cuando llegue al sitio, pero sí para aligerar mi preocupación de los primeros momentos. No quiero llegar con ansiedad y con urgencias de más. Ya es bastante emocionante todo el cambio que quiero hacer en mi vida. Necesitaré acostumbrarme a la rutina en un pequeño espacio, a ser muy ordenada, algo que me gusta porque de este modo tengo la sensación de ordenar también mis pensamientos. Creo que aunque es imprescindible el orden, también será más fácil viviendo sola y teniendo las pocas cosas que voy a tener. Seguro que no tardo nada en hacer limpieza. No son los 80 metros cuadrados de piso que tenía que mantener con apenas tiempo. Ahora mismo el tiempo va a sobrarme. Voy a tomarme en este mes, las merecidas vacaciones que me debo a mí misma para relajar mi mente y después, ya me preocuparé de lograr algún trabajo. No me importa que sea temporal. Necesito trabajos sencillos que no requieran de demasiada energía mental. En estos momentos, lo más importante para mí, es recuperarme a mí misma y a mi felicidad. He de decir que esta aventura me da mucho miedo pero a la vez, me crea mucha ilusión perdida. Estoy cumpliendo un sueño en mi vida. Quiero vivir rodeada de naturaleza y lo más alejada del mundanal ruido. Para ello, he estado aguantando un mal trabajo que me ha dado un buen dinero, con la idea de tener algo ahorrado para romper con todo y empezar de cero.

Llevo todo el camino observando el espejo retrovisor. Es casi mágico que mi casa me siga justo detrás y que haga las curvas exactamente igual a como las marco yo con mi coche. ;)

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