El escondite

Te crees que eres tú quién me ha seducido y yo… Yo voy a hacerme la tonta.

Me has invitado a cenar en un sitio caro. Sé cómo acabará la noche, no soy una ingenua.

El ingenuo eres tú que imaginas que serás tú quien llevará las riendas. Esta noche voy a sorprenderte.

He organizado mi tarde en el trabajo. Quiero salir pronto para prepararme. Me gustas…

Estoy algo nerviosa, todavía no sé qué voy a ponerme. Lo que sí sé es que voy a disfrutarlo. A alguien como tú no se le consigue tan fácilmente.

Mi compañera del trabajo no ha dejado de interrogarme. Dice que se me ve feliz. Si ella supiera lo diablilla que voy a ser esta noche…

Me he decidido por una camiseta de cuello ancho con el que continuamente enseño un hombro y he recogido mi pelo en una coleta para tentarle.

Respiro hondo antes de salir de casa. Hacía mucho tiempo que no sentía esta emoción.Hemos quedado a las 8 en el restaurante y llego tarde…

El taxista me ha llevado como un rayo. No he parado de insistirle con que llegaba tarde.

Me estás esperando en la puerta con las manos en los bolsillos. Madre mía! Qué buena pinta!

Tu pelo húmedo, tu camisa blanca de manga larga doblada a la altura del antebrazo… Me va a ser difícil reprimirme y no babear…

De momento, creo que no lograré quitarme la sonrisa de la boca, pero tú parece que tampoco porque me has visto acercarme y ya sonríes.

Acabas de tomar mi mano encima de la mesa y la acaricias mientras esperamos el primer plato. No dejas de sonreírme. Esto es un sueño!

Estamos ya por el postre. Empieza a anochecer en la calle. Las luces afuera se encienden. Lo vemos a través de las grandes cristaleras.

Nada más salir a la calle me coges por la cintura y me besas. No puedo apartarme de ti. Tomas mis labios con los tuyos una y otra vez.

Noto el deseo en tu mirada. Siento un hormigueo por mi columna vertebral. Lo que siento no lo había sentido nunca antes. Yo también te deseo

Quiero rozarte, tocar tu piel, que no dejes de apretarme contra tu cuerpo…

Te he pedido que me lleves a casa en tu coche. El semáforo se pone rojo y tenemos que parar.

En esos minutos, me miras a los ojos con la profundidad de tu mirada, tomas mi mano con suavidad y la besas. ¡No puedo creérmelo!

Hemos llegado a mi casa. Ahora es mi turno. Vamos a jugar. Mi única condición es que subas al cabo de unos minutos. Dejaré la puerta abierta…

Me desnudo en mi habitación, sólo me dejo la ropa interior. He apagado todas las luces. No conoces mi apartamento. Vamos a jugar al escondite.

Estoy muy nerviosa, oigo pasos en la entrada. Espero que seas tú y no un vecino diciéndome que me he dejado la puerta abierta…

Has llegado al comedor…Descalza corro hacia el baño. La luz de la luna entra por la ventana del pasillo pero creo que no me has visto.

Oigo como rozas las manos por las paredes para no perderte. Estás llegando a mi habitación. Yo noto el frío suelo bajo mis pies.

Estoy temblando pero dudo que sea de frío. Estás a punto de alcanzarme.

Susurras mi nombre suavemente pero yo no te respondo, sólo sonrío aunque tú no puedes verme.

En el baño la oscuridad es total. Abres la puerta. Ya estás dentro. Noto tus manos en mi cintura y me estremezco. Por fin, me has encontrado!

Te acercas a mí y me abrazas mientras tus manos me recorren. Sigues con tu camisa y yo a tientas intento desabrocharla. Siento tu sonrisa.

“Me encantas” me dices al oído y tus palabras me hacen cosquillas en todo el cuerpo.

Acaricio tu pecho, noto las curvas de tus brazos, tus costillas. Me vuelves loca pero sobre todo, me vuelve loca tener el control.

Sólo yo sé dónde está la ducha, el grifo del agua caliente y aprovecho la situación.

Tú me retienes y me acaricias, no puedes apartar las manos de mí. No me esperaba otra reacción. Estoy disfrutando.

Nos duchamos a oscuras dejando resbalar el jabón entre nuestros cuerpos abrazados. Te siento…

No dejas de besarme y no quieres dejarme ir. Te guío hasta la toalla y seco tu cuerpo. Te dejas hacer dócilmente.

Te acompaño a mi habitación. Podemos intuir nuestros cuerpos gracias a la luna. Me susurras tomándome de la mano..:”Eres bella, me vuelves loco”

Quieres poseerme pero soy yo quién te poseo a ti.

Tomo tus manos sobre tu cabeza. No dejo que me toques y tú te dejas hacer porque sabes que en este juego mando YO.

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