Laurent. ¡No se puede ir más de culo! No llego al próximo cliente. ¡No sé para qué tengo whatsapp! Estoy demasiado localizable. La gente no entiende que si estás pendiente del puto móvil, no puedes trabajar. El cemento y las nuevas tecnologías de telecomunicaciones, no casan. ¿Cuál era la dirección? ¿Qué número? Miro de nuevoSigue leyendo «Capítulo 3 «Una casa se empieza por el tejado»»